Anécdota del Tren

Hoy os pongo una anécdota que me ocurrió hace ya un par de añitos y que en su momento escribí en el blog de Aruallbb, una amiga mia:

Si es que esta claro que lo que no me pase a mi no le pasa a nadie, por ejemplo, la última cosa que me paso fue el pasado jueves. Decido irme a Ávila a ver a la familia y demás y le digo a mi hermano que me acerque a Chamartín para pillar el tren que sino desde San Fernando me puedo tirar una hora y pico en llegar y encima con el maletón, total que en la A-II un atasco como hacia tiempo que no se veía, y yo ahí sufriendo en el coche, al final nos desvíamos a la M-40 y consigo llegar al tren con solo 5 minutos de plazo. Todo alterado me meto en el tren y veo que no hay sitio para la maleta y la tengo que dejar casi en mitad de la puerta estorbando mogollón (y como persona desconfiada que soy, ya que llevaba el portátil dentro, sin dejar de mirarla).

Ya arranca el tren y me voy a mi sitio con el libro y el billete, dándome cuenta cuando llego a este que con las prisas y demás el cuerpo no hacía otra cosa que pedirme ir al baño, total, que no se me ocurre otra cosa que en lugar de dejar el libro y el billete en el asiento como haría cualquier persona normal, me los llevo conmigo.

Entro al baño, cierro la puerta y empiezo a mirar donde puedo dejar el libro con el billete encima, enseguida descarto el lavabo por que estaba lleno de agua, así como el porta rollos de papel por ser muy pequeño y por supuesto el water. Total, que lo pongo en el pequeño saliente de la ventana que como estaba inclinado un poco para dentro no se caería el libro. Me pongo a mear "tranquilamente" (no se si habéis intentado alguna vez mear en un tren en marcha y encima teniendo la maleta como estaba), y cuando termino y cojo el libro, veo como se desliza el billete y se mete entre la ventana y lo que es el vagón en sí. Dios mío!!! La acababa de cagar como en mi vida, me acababa de convertir en la persona más torpe de toda España. Debí salir con unos calores tremendos del baño, hasta el punto de que una mujer me pregunto si estaba bien, y yo le explique todo. Menos mal que la mujer no se hecho a reír sino que decidió ayudarme, y siguiendo su consejo me fui a ver al revisor antes de que llegase a mi.

Cuando llego a donde esta el revisor le digo "Verá, es que acabo de tener un accidente en el baño" a lo que el me respondió con cara de extrañez "¿Qué tipo de accidente?" total que se lo explico así un poco por encima y me dice que cuando llegue a mi asiento ya lo vemos. La siguiente media hora hasta que llego el hombre de negro se me hizo largísimo, pensando como se lo podía explicar, si me creería o si me pondría una multa de esas por colarse en un tren. Menos mal que me toco un revisor majo y cuando llego a mi sitio se acordaba de mi (y quien no?) y me dijo, vamos a ver lo del servicio. Una vez en el servicio me dice, a ver, ¿por donde se te ha caído? señalando el lavabo y el water, a lo que le respondo, no, no, por la venta, por ese pequeño espacio de ahí. Ahora la cara del revisor si que era digna de haberle sacado una foto, el hombre pensaría, ¿de donde ha salido este tipo?, pero por suerte este buen hombre me dijo que confiaba en mí y no me hizo pagar nada.

A todo esto, casi se me olvida comentar que llevaba el dinero para el billete y poco más, con lo que no quiero pensar que habría pasado si el revisor no me hubiese creido.

En fin, si me pasa alguna cosa de estas otra vez, ya lo contaré. Saludos.

Si teneis alguna anecdota digna de ser contada no lo dudeis y ponerla por aquí, o me la mandais y os la publico :)