Las bodas de nuestras primas

Este año ha sido el año de las bodas de nuestras primas. Más concretamente se han casado 4 de ellas (4 de las compartidas por Alfredo y yo).

La primera se casó por el juzgado (MariSol) y tuvo el detallazo de no invitar a nadie de la familia... Yo la verdad es que se lo agradezco porque con tanta boda la cuenta corriente se ha quedado que da pena y al fin y al cabo, si no te invitan no tienes que hacer regalo (yo soy más de soltar cheque), ni tienes que comprarte el último modelito de moda. Y es que aunque parezca que no esto supone casi más gasto que el dinero que tienes que darles.
Te tienes que comprar el vestido, los zapatos, el bolso a juego con los zapatos, el chal para no entrar a la iglesia con los hombros al aire y claro el vestido para la niña y os puedo asegurar que es lo más caro.

Bueno, la segunda en casarse fue Raquel (Santander), vamos pa'rriba, te cojes el coche el viernes después de la semana de trabajo y subes a Santullan.... Y menos mal que la mayoría teníamos garantizado el alojamiento gratuito y todas las comidas (y menudas comidas) hasta la vuelta....
En la boda de Raquel se estreno mi niña llevando las arras.... aunque el pánico salió a escena y las arras rodaron por el suelo... Es muy pequeña y todo el mundo mirandola fue demasiado para ella.

En cuanto a la boda, todo muy bien hasta que nuestras madres/tias comenzaron a bailar, según ellas no habian bebido, según los demás el alcohol se debería prohibir a partir de cierta edad.... Y es que las fotos hablan por si mismas, señoras de más de 45 años (para ser diplomática no daremos datos concretos) bailando con desenfreno y sin zapatos....

Los novios muy guapos y muy felices, nosotros (los primos) asustando a los camareros. Y es que pretendian que eligiesemos entre dos platos de carne. ¡¡Donde se ha visto que haya que elegir!! ¡¡A mi me pones un plato de cada!!. Luego dicen que los del Norte comen mucho, pues más comen los de Avila (Alfredo incluido).

Bueno, esto fue por el 10 de Junio, tras un verano de gastos desenfrenados, llegamos al 23 de Septiembre, a la boda de Montse... en Piedrahita. La novia muy guapa pero no pudo lucirse por llovia y llovia y la preciosa ceremonia planeada en los jardines del palacio se tuvo que trasladar al salón de actos de la escuela... Y nadie nos dijo la tipica frase de "podeis ir en paz". Y seguia lloviendo...

Sobre el estado en el que acabaron las tias, no os puedo contar nada porque me tuve que retirar temprano (la nena no se encontraba bien y con tanta lluvia..) Solo os diré que Angel (Primo compartido y hermano de Raquel y Yoli) y yo hicimos una apuesta para ver quien se emborrachaba antes... gano MariSol...

Exactamente una semana después nos vovelmos a Santullan (30 de septiembre) para la boda de Yolanda.
Lo primero a destacar (lo siento) es la bonita foto que en breve recibira Alfredo de su coche... Bromas a parte, como siempre subir a Santullan es un placer aunque luego se resienta nuestra figura y que una es de buen comer y encima me tientan.

Los novios, guapísimos y el restaurante me encantó. Volvimos a ver los estragos que puede hacer el alcohol en una conversación donde me quedo claro que no distingo entre ciervos y gamos (soy muy de ciudad).

Se hecho de menos a parte de la familia que no pudo acudir (yo eche de menos a David explicandole al camarero que él no necesitaba tantos cubiertos.....). Bailamos y mucho, me gustó especialmente el "baile" con Ruben... para evitar pisarme decidió bailar llevandome en bolandas y como diría él mismo un poco después: "Hemos atropellado a dos parejas, tirado un cubata sobre los zapatos de una tia y hemos hecho descarrilar a otra pareja"

La reina de la boda, mi niña con su vestidito de princesa... Bailó con todos y enamoró a propios y ajenos.

Y hasta aquí os cuento, esperando que Alfredo añada su propia visión de las boda.
Besitos