
En vista del éxito que tuvo el post de
la condesa sangrienta he decidido traeros la historia de otro de los
aristócratas de la edad media que cometieron una gran cantidad de atroces crímenes.
Esta vez se trata de
Guilles de Rais, también conocido como
Barba Azul o
El Mariscal de las Tinieblas (este segundo nombre aunque menos conocido a mi me gusta mucho más).
Guilles nació en 1404 en el castillo de
Champtocé y fue el primogénito de uno de los grandes linajes de Francia. Su educación, al igual que la de sus hermanos, corrió a manos de varios
tutores eclesiásticos y nodrizas, despreocupándose sus padres totalmente de ello.
Cuando Guilles solo tenía el edad de
10 años su
padre sufrió un terrible
accidente durante una cacería, en la que un verraco le ataco hiriéndole gravemente. El pequeño Guilles estuvo con su padre, viéndolo
agonizar mientras sus
vísceras se esparcían por su lecho hasta que muriese. Esta misma visión la recrearía multitud de veces cuando rajaba a sus victimas el estomago para ver como se desangraban mientras se esparcían sus vísceras.
Este hecho, unido a que su Madre Marie, había muerto poco antes de este suceso hizo que el
abuelo materno de Guilles (
Jean de Craon) se encargase de los niños. Fue durante esta época, tal vez llevado por el
favoritismo que tenía el abuelo hacía el hermano de Guilles (
René de Susset), cuando Guilles se refugio en las
bibliotecas leyendo libros y donde encontró su alter ego en el libro
“La vida de los doce Césares” de Suetonio. Guilles se dio cuenta de que los cesares
ostentaron riqueza y poder y se dedicaban a los mayores placeres de la vida además de cómo impartían poder
sin verse obligados a pedir explicaciones. Sus dos emperadores preferidos eran
Nerón y Calígula.

A los 14 años su abuelo le regalo una
armadura Milanesa y fue nombrado
caballero. Manejo pronto la
espada con destreza y cuando tenía 15 años cometió su primer asesinato. La victima fue su amigo
Antoin, al cual tras clavarle un
cuchillo que se le
escapó de las manos
no le auxilió, sino que simplemente se quedo viendo como se desangraba. Guilles no fue condenado al ser un noble y su amigo ser de una clase inferior.

Su gran agresividad le llevo a alistarse en el
ejercito al mando de Juan V, donde se dice de él que combatía con movimientos tan rápidos y feroces que parecían llevados por el propio
diablo.
Después de esta campaña contrajo matrimonio con
Catherine de Thouars (1420) y no fue hasta 9 años después cuando tuvieron a su hija
Marie.
Fue en el mismo año que nacio su hija cuando conoció a quien se le atribuye como su verdadero gran amor, la famosa
Juana de Arco, mientras combatían juntos a los ingleses bajo las ordenes de Carlos VII. Tras muchas batallas a lo largo de ese año, inspirado por la fuerza de Juana, Guilles fue nombrado
Mariscal (el único mariscal de la historia francesa con 25 años).
Después de unas cuantas batallas más fue en la batalla de
Patay donde ocurrió un hecho que le marcaría tremendamente, la
captura y condena a muerte en la hoguera de Juana de Arco, a la que solo llego llorar a sus cenizas y entonces sintió que todo se había acabado ya que las batallas sin la pureza de Juana a su lado no tenían sentido alguno.

Dejo el ejercito y se refugio en su castillo donde se desataría su maldad. Comenzó una insólita carrera de
crímenes y sacrilegios contra la Iglesia, pues trataba de desafiar a Dios por haber permitido que Juana fuese torturada y quemada.
Para
entretenerse el mariscal creaba
grandes fiestas que eran conocidas por todo Europa y que fueron
menguando poco a poco su
capital. Esto fue lo que hizo que comenzase su
afición a la
alquimia en busca de la
piedra filosofal, pero tras un tiempo sin resultados su fortuna no hizo más que menguar y tuvo que despedir a la mayoría de su séquito de alquimistas y magos, siendo los pocos que quedaron los que le
convencieron de la idea de que solo con la
ayuda del Diablo lo conseguiría.
Su primer crimen fue cometido con el propósito de realizar un
pacto con diablo, pero tras cortar las muñecas a la víctima, sacarle el corazón, los ojos y la sangre, ni se le apareció el Diablo ni logró trasformar el metal en oro. Lo único que logro fue
descubrir que sentía
placer violando, torturando y asesinando a niños, llegánsosele a atribuir la muerte de más de 200.
En el verano 1438 comenzaron a
desaparecer muchachos de Nantes y de los pueblos de los alrededores. También hacía entrar en su castillo a algunos de los niños
mendigos que pedían limosna frente al puente levadizo, que eran
retenidos contra su voluntad por sus servidores,
violados y desmembrados posteriormente. La
sangre y otros restos
se conservaban para
propósitos mágicos.
El mismo Gilles contó en alguna ocasión como disfrutaba visitando la sala donde los chicos eran a veces colgados de unos ganchos. Al escuchar las súplicas de alguno de ellos y ver sus contorsiones, Gilles fingía horror, le cortaba las cuerdas, le cogía tiernamente en sus brazos y le secaba las lágrimas reconfortándole. Luego, una vez se había ganado la confianza del muchacho, sacaba un cuchillo y le segaba la garganta, tras lo cual violaba el cadáver.
A pesar de que los
rumores sobre el mariscal eran cada vez más fuertes nadie se atrevía a denunciarlo por que el era una persona
muy influyente mientras que sus victimas eran personas
muy humildes.
A principios de 1440, llegaron los rumores hasta la corte del duque de Bretaña, quién ordenó abrir una
investigación sobre los secuestros y la posible implicación del barón de Rais. Nueve meses despues, el 13 de septiembre fue
detenido en su el pueblo de
Machecoul por un grupo de soldados, quienes hallaron en su propiedad los cuerpos despedazados de
50 adolescentes. El duque de Bretaña le hizo compadecer ante la justicia acusado de haber asesinado e inmolado entre 140 y 200 niños en prácticas diabólicas.

Guilles
negó obstinadamente todos
los crímenes a pesar de las evidencias hasta que le amenazaron con la
excomunión, momento en el cual contó todo
detalladamente. Documentó todos los asesinatos y las nefastas vejaciones que hizo a los niños, actuaciones pedófilas, rasgaduras, colgamientos del techo por ganchos, decapitaciones, etc. Dijo que hasta había
bebido la sangre de los niños, incluso cuando estos aún estaban vivos y que escribió un libro de conjuros con la supuesta sangre de los asesinados. Fueron confesiones tremendas, toda Francia se convulsionó ya que la gente no se creía que uno de sus
héroes fuera un hombre
tan vil.Al amanecer del 26 de octubre fue llevado a un descampado junto con dos de sus más destacados cómplices para ser
ahorcado y quemado en la hoguera. En el patíbulo manifestó públicamente su
arrepentimiento, instando a todos los presentes a no seguir su ejemplo y pidiendo
humildemente perdón a los padres de las víctimas. Murió aferrándose desesperadamente a su
fe cristiana.Accediendo a las súplicas de algunos de sus parientes, el cuerpo, parcialmente quemado, fue retirado de la hoguera y
enterrado en una iglesia de las carmelitas en Nantes.
Para más información de este personaje podéis pasaros por:
http://es.wikipedia.org/wiki/Gilles_de_Rais